El impacto del calentamiento global
En los dos últimos siglos, y especialmente en las tres últimas décadas, hemos asistido a un aumento de las temperaturas globales y al consiguiente cambio climático.
¿Qué es el calentamiento global?
El calentamiento global, también conocido como recalentamiento planetario, indica el aumento de los gases de efecto invernadero en la atmósfera y, por tanto, el consiguiente aumento de la temperatura de nuestro planeta.
En otras palabras, el clima de la Tierra está cambiando, no sólo por causas naturales, sino sobre todo por causas humanas. De hecho, más del 97% de los científicos creen que las actividades humanas son, casi con toda seguridad, la principal causa del cambio climático y del aumento de las temperaturas desde mediados del siglo XX.
Las principales causas del calentamiento global son:
El uso de combustibles fósiles: el uso de gases de efecto invernadero en procesos industriales contribuye a la emisión de elevadas cantidades de CO2 a la atmósfera que afectan directamente al clima de nuestro planeta.
Las actividades agrícolas intensivas: la agricultura intensiva tiene como objetivo obtener grandes cantidades de producto en poco tiempo y a bajo coste. El uso intensivo de recursos naturales y energías por encima de la capacidad de absorción y eliminación del suelo, así como el uso de productos nocivos, pueden comprometer la biodiversidad de la tierra.
Deforestación: proceso que priva al suelo de su capacidad para mitigar el clima, absorber dióxido de carbono de la atmósfera y favorecer las precipitaciones. Esto afecta negativamente al clima, a los seres humanos y a los animales.
Aumento de la temperatura media: principales consecuencias del calentamiento global
Las consecuencias del calentamiento global son varias:
Deshielo de los glaciares: debido al aumento de las temperaturas, los glaciares polares y de montaña se están reduciendo, lo que provoca una peligrosa subida del nivel del mar.
Subida del nivel de los océanos y mares: como se ha mencionado en el punto anterior, el deshielo está elevando el nivel de los océanos y mares, lo que sumergirá parte de la costa.
Acidificación de los mares: la concentración de CO2 y gases de efecto invernadero no sólo aumenta en el aire, sino también en el agua, que se volverá más ácida y pondrá en peligro la vida de muchas especies marinas.
Desertificación: numerosas zonas de la Tierra están expuestas a la desertificación. Se calcula que, de los 7.700 millones de habitantes del planeta, unos 3 viven en zonas áridas y podrían verse afectados por el proceso de desertificación.
Fenómenos meteorológicos extremos: Los fenómenos naturales extremos son cada vez más frecuentes debido al calentamiento global. Las precipitaciones extremas y los veranos abrasadores serán cada vez más frecuentes si no hay cambios por parte de la humanidad.
A este ritmo, la temperatura media global +1,5º en 2.031
Según el Acuerdo de París, los gobiernos de todo el mundo se adhirieron al compromiso de limitar el crecimiento de la temperatura media global a un máximo de 1, 5º C.
Pues bien, se trata de un fracaso generalizado, ya que las medidas concretas adoptadas por los Estados han sido tan insuficientes que es casi seguro que no se alcanzará este objetivo.
Se ha publicado un estudio en el que los investigadores calculan con precisión la trayectoria actual del calentamiento global. El resultado es alarmante: el umbral de 1, 5º se alcanzará ya en 2.031, 69 años antes de que acabe el siglo.
Tras la pandemia de 2020, dice el estudio, «las últimas cifras muestran que las emisiones de CO2 equivalente volvieron a aumentar bruscamente el año pasado, con un incremento del 4,8%. Esto elevó el total a 34.900 millones de toneladas.
Otro estudio publicado explica cómo, para cumplir el objetivo de 1,5 º C, los grandes productores de petróleo y gas tendrán que cesar por completo su producción de aquí a 2.034.
Verano de 2023: hacia dónde nos dirigimos
Llevamos días oyendo hablar de los fenómenos meteorológicos que están afectando a nuestro país y más allá, con olas de calor extremo y lluvias aterradoras con consecuencias desastrosas para los habitantes, las ciudades y nuestro futuro.
¿Qué está causando realmente todo esto?
Científicos de todo el mundo han hallado pruebas abrumadoras de que, efectivamente, es la actividad humana, y en particular la quema de combustibles fósiles, una de las causas profundas de las olas de calor extremas que están afectando a Europa, Norteamérica y China.
Los investigadores descubrieron que las olas de calor que han provocado incendios y evacuaciones masivas en Europa se han hecho al menos 950 veces más probables debido al calentamiento global, lo que significa que es más que probable que sean el resultado de emisiones causadas por el hombre.
El análisis de los investigadores, concluye que, sin el cambio climático inducido por el hombre, esos episodios de calor serían extremadamente raros.
Las pruebas presentadas nunca han sido tan contundentes, por lo que el grupo hizo un llamamiento a los gobiernos para que acuerden la eliminación progresiva de los combustibles fósiles en la próxima cumbre de la ONU sobre el clima.
Nunca ha habido tan poco hielo en la Antártida
Sorprendentemente, por primera vez desde que comenzaron los estudios sistemáticos, la extensión del hielo marino alrededor de la Antártida ha caído por debajo de los 2 millones de km2.
Además, según los datos preliminares comunicados, el déficit en la extensión de hielo del Océano Antártico ha superado el récord histórico establecido en 2.017.
Aunque, para los científicos del clima, el comportamiento de la Antártida sigue estando en gran medida por comprender (y, por tanto, no está relacionado únicamente con el calentamiento global), es crucial, sin embargo, captar las señales de alarma que apuntan precisamente en esa dirección.
En efecto, este segundo registro negativo indica que la dinámica en juego aún no se comprende del todo y que, sobre todo, las correlaciones entre el deshielo y el calentamiento global son aún más complicadas.
